Al ser una plantación ecológica, evitamos el uso de químicos agresivos, lo que nos obliga a recurrir a métodos naturales para el control de plagas y enfermedades. Estos enfoques respetuosos con el medio ambiente, como el uso de insectos beneficiosos y técnicas de prevención, garantizan que el pistacho crezca en un entorno libre de sustancias dañinas, manteniendo así su pureza y sabor inigualable.

Este enfoque ecológico resalta cómo el respeto por los elementos que rodean al pistacho potencia su calidad final.